sábado, 1 de octubre de 2011

La No Violencia Activa y sus Principios


               Los Principios de la acción válida


     Este  capítulo trata los temas formativos que se refieren  a los  doce Principios de la acción valida.  Cada uno de los  temas esta  acompañado  de una breve historia,  o  una  fábula,  o  una leyenda para ilustrar el significado del Principio.

     Mientras los Principios son tomados de "La Mirada  Interna", las "historias" que los acompañan fueron desarrollados,  a  veces con  sustanciales  modificaciones,  por el  genio  de  diferentes culturas.





                 1º El principio de adaptación.


       "Ir  contra la evolución de las cosas,  es ir  contra  uno mismo".

   Este Principio,  destaca que cuando por anticipado se sabe  el desenlace  de un acontecimiento,  la actitud correcta es  la  de aceptarlo  con la mayor profundidad posible,  tratando  de  sacar ventaja aún de lo desfavorable.  Examinar momentos de la vida  en los  que  no tuvimos conocimiento de este Principio y  por  tanto obramos  en contrario,  nos ilustrara convenientemente  sobre  el significado  del mismo.  Será mas  interesante  aún,  reflexionar sobre   el   momento  que  estamos  viviendo   y   estudiar   las consecuencias  de  sufrimiento  para  nosotros  y  para  nuestras personas próximas, en caso de no tener en cuenta el Principio.

   Estamos  explicando  que  las  cosas  a  las  que  no  debemos oponernos,  son aquellas que tienen un carácter inevitable. Si el ser humano, por ejemplo, hubiera creído que las enfermedades eran inevitables,  la ciencia medica jamas hubiera avanzado. Gracias a la necesidad de resolver problemas y a la posibilidad de hacerlo, la humanidad progresa.




   Si  una persona queda sola en el desierto,  es inevitable  que muera?     Esa persona hará el esfuerzo de encontrar salidas a su situación y, en efecto, encontrara un oasis o bien la encontraran a ella con mas facilidad,  si utilizó todos los recursos posibles para  hacerse ver a la distancia.  Así es que este  Principio  se asienta  en  la situación de lo  inevitable,  para  ser  aplicado correctamente.

   En  cuanto  a la fábula que ilustra  este  Principio,  podemos contarla así:

   En una laguna vivía una tortuga llamada "Pescuezo de  Tortuga: que  tenía como amigos a dos gansos salvajes. Entonces,  vino  una sequía  de  doce  años que dio por resultado estas  ideas  a  los gansos: "Esta  laguna se secara. Buscaremos otro pozo  de  agua. Con todo, debemos despedirnos de nuestra amiga, Pescuezo de Tortuga".   Al hacer esto, la tortuga dijo:
- Soy  habitante  de estos lugares y siempre  podría  encontrar agua,  pero  vosotros  no tendríais suficiente,  así  es  que  yo comprendo   vuestra  partida. No  obstante,   tendría   una   vida aburrida. Por consiguiente, debemos partir juntos.
- Somos  incapaces  de  llevarte con  nosotros  pues  eres  una criatura sin alas.
- Pero,  - siguió  diciendo todavía la tortuga- hay  un  recurso posible. Traigan un palo de madera.
   Los gansos hicieron esto,  y la tortuga se sostuvo en el medio del palo con sus mandíbulas y dijo:
- Ahora ténganlos firmemente con vuestros picos: cada uno de  un lado  levante vuelo y viaje regularmente por las  alturas,  hasta descubrir otro lugar deseable en el que podamos vivir los tres.
   Pero ellos replicaron:
- Hay  dos obstáculos en este lindo  plan. Primeramente,  tu  no tienes  necesidad de ir a otro lugar,  cosa que para nosotros  es cuestión  de vida o muerte. El palo y tu peso pondrán  en  peligro nuestro vuelo y por lo tanto a ti misma. Además,  si siguiendo tus costumbres te pusieras a charlar, perderías la vida.
   -Oh!- dijo la tortuga- vosotros necesitáis agua y yo  compañía estamos  pues en la misma situación. En cuanto a mi  conversación, desde este momento hago voto de silencio, me quedare así mientras estemos en el aire.
   Los amigos pusieron el plan en marcha,  pero mientras llevaban trabajosamente  a  la tortuga por sobre  una  ciudad  vecina,  el pueblo,  abajo,  notó  aquello y se levantó un  murmullo  confuso cuando algunos preguntaron:
   "  Que  es ese objeto semejante a un carro,  que  dos  pájaros llevan por el espacio?.  Tal vez sea algún maharajá o acaso  otro ser poderoso".
   La  tortuga  recordando las piedras que  los  niños  arrojaban sobre ella en la laguna, quiso mostrar al pueblo que ahora volaba y gritó entonces orgullosamente :
- Soy yo!. Pescuezo de Tortuga!
Apenas habló,  la pobre perdió su sostén, y cayó al suelo. Y la gente que deseaba su carne la cortó en trozos y se la comió.




              2º  El Principio de acción y reacción.


     "Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario".

   Este  Principio  destaca que las personas y las  cosas  tienen determinados comportamientos y que resisten o facilitan  nuestros proyectos si actuamos adecuadamente.  Cuando movidos por impulsos irracionales,  presionamos algo contra su propio  comportamiento, observaremos  que podrá ceder ante nuestras exigencias,  pero  la consecuencia  a corto o largo plazo,  será que  volverán  efectos distintos a los que queríamos lograr.

   El ser humano es forjador de acontecimientos,  da dirección  a las cosas,  tiende a planificar y cumplir proyectos.  En suma, se dirige hacia fines. Pero la pregunta es: cómo va hacia sus fines?
Cómo  hace  entender a otra persona la solución de  un  problema presente:  la  violenta o la persuade?  Si la violenta,  ahora  o después  habrá  reacción.  Si la persuade,  ahora  o  después  se sumaran las fuerzas.

   Muchos  piensan  que  "el fin justifica los  medios"  y  obran forzando  todo  a  su alrededor,  logrando  a  menudo  resultados exitosos.  En ese caso, la dificultad viene después. El fin se ha logrado, pero no se lo puede mantener por mucho tiempo.

   El  Principio  que  estamos  comentando,   se  refiere  a  dos situaciones distintas.  En una,  se obtiene el fin buscado,  pero las  consecuencias  son opuestas a  lo  esperado.  En  otra,  por forzamiento de situaciones, se obtiene un "rebote" desfavorable.
   Trataremos los dos casos con una leyenda y con una enseñanza:

   Veamos el primer ejemplo:

   El viejo Sileno era un sátiro (mitad chivo y mitad hombre) que aconseja  sabiamente a Dionysos (dios del vino).Su  espíritu  era profundo y juicioso,  pero estaba disimulado bajo una  apariencia grotesca.
   Por  motivos  de su aspecto,  un día  fue  capturado  mientras dormía por unos campesinos. Estos, orgulloso de su presa, llevaron a  Sileno  cargado  de cadenas ante el  Rey  del  lugar,  llamado Midas. Midas  reconoció  la  naturaleza  del  sátiro  y  luego  de liberarlo hizo en su honor grandes fiestas y homenajes, rogándole que  perdonara  a los campesinos por  la  confusión  producida. El sabio  Sileno  así lo hizo y quiso además retribuir  el  espíritu piadoso del Rey.
- Pide  lo que quieras y te lo concederé - dijo Sileno- pero  se razonable ya que lo que doy no puedo luego quitar.
   Entonces Midas,  pidió  al sátiro aquello que durante toda  su vida  había  deseado. Pidió  convertir  en  oro  lo  que   tocara, explicándose  de este modo:" Mi reino es pobre pero su  gente  es bondadosa y unida. Si yo fuera rico,  la felicidad sellaría  tanto esfuerzo  y tanta privación;  todo el reino se vería  beneficiado por el don de su Rey bienamado.
   Sileno hizo su concesión a Midas y desapareció.
   Inmediatamente  las vestiduras que estaban en contacto con  el cuerpo del Rey se convirtieron en oro.
 Entonces,  Midas comenzó a recorrer sus dominios y a convertir en oro las casas de los campesinos, sus estanques, sus cultivos y sus animales, ante el asombro y el agradecimiento general.
   Pero  vuelto al palacio esa noche,  un clamor lastimoso  subió hasta el...Los súbditos llegaban con quejas crecientes.
   -  No  puedo ordeñar a mis cabras de oro!-  dijo  uno -,  y  mi familia se quedara sin leche y sin carne.
   - Los cultivos no darán frutos!- gritaron otros.
   Y así fue llegando al Rey, todo tipo de lamentos. Midas,  meditando  la solución del problema escanció  vinos  y llevó  a su boca los alimentos y los frutos. Todo fue entonces  de oro y no hubo líquido ni alimento que pudiera tragar.
   En tal situación su mujer fue a reconfortarlo,  acariciándolo, pero  de inmediato quedó convertida en la mas hermosa estatua  de oro.
   Midas,  hizo penitencia invocando a Dionysos para que rompiera el sortilegio de Sileno. Y el buen dios,  volvió todas las cosas a su principio.
   El  oro  se esfumó,  las cabras volvieron a ser cabras  y  los estanques  volvieron  a  contener  las  aguas;  los  cultivos  se agitaron  al  viento  y la mujer del Rey salió  de  su  sueño  de oro. Entonces  Midas  pudo comer,  pudo beber y agradeció  con  su pueblo al dios el haberles concedido la pobreza.

   Veamos a continuación, la enseñanza referida al "rebote" de la acción:

Buda  dijo: "Si  un hombre me daña,  le  devolveré  mi  cariño; cuanto mas daño me haga mas bondad partirá de mí;  el perfume  de la  bondad siempre llega a mí y el aire triste del mal  va  hacia el".
Un hombre insensato insultó al Buda y este le preguntó: "Si  un hombre rechaza un regalo dedicado a el,  a quien pertenecerá?  Y el otro contestó:" En este caso pertenece al que lo ofreció".
   "Bien  - repuso Buda- te has mofado de mí,  pero yo rehuso  el regalo y te ruego que lo guardes para ti:  No será esto un origen de miseria para ti?".
   El embaucador no contestó y el Buda continuó:
   "Un  hombre perverso que ofende al virtuoso,  es como uno  que mira al cielo y lo escupe;  la saliva no ensucia al  cielo,  sino que vuelve y mancha a su propia persona".
   El calumniador es como uno que arroja tierra a otro, cuando el viento esta contra el mismo;  la tierra no hace mas que volver al que  la  arrojó y aquel que desea lograr algo que no es  para  el obtiene aquello que es para el".




             3º El Principio de la acción oportuna.


     "No  te  opongas  a una gran  fuerza.  Retrocede  hasta  que aquella se debilite, entonces, avanza con resolución".


   Este  Principio,  no recomienda retroceder ante  los  pequeños inconvenientes,  o los problemas con que tropezamos  diariamente.
   Unicamente  se retrocede,  según explica  el  Principio,  ante fuerzas irresistibles, tales que indudablemente nos sobrepasan al enfrentarlas.      Retroceder  ante  las  pequeñas   dificultades debilita a la gente, la hace pusilánime y temerosa. No retroceder ante  grandes fuerzas,  hace a la gente proclive a todo  tipo  de fracasos y accidentes.
   El  problema aparece cuando no se sabe  anticipadamente  quien tiene  mas  fuerza,   si  uno  o  la  dificultad.  Eso  habrá  de comprobarse  tomando  pequeñas  "muestras",   haciendo   pequeñas confrontaciones  que no comprometan totalmente la situación y  que dejen  espacio  libre  para  cambiar de  postura  si  esta  fuera insostenible. Antiguamente, se hablaba de "prudencia", esa era una idea muy próxima a la que estamos explicando.

   Pero  hay  otro  punto:  cuando avanzar?  En  que  momento  el inconveniente se ha reducido en fuerza,  o bien,  en que  momento hemos  ganado  nosotros en fuerza?  Vale la misma idea  de  tomar "muestras" cada tanto haciendo pequeños intentos, no definitivos.

   Cuando la fuerza esta a nuestro favor y el inconveniente se ha debilitado,  el  avance debe ser total.  Guardar reservas en  tal situación,  es comprometer el triunfo,  porque no se va  adelante con toda la energía disponible.

   He aquí la correspondiente leyenda:

   Había en cierto lugar un pescador viejo, padre de tres niños y extremadamente pobre.
   Tenía la costumbre de echar su redes al agua solamente  cuatro veces cada jornada. Un día entre los días,  después de rastrear el río dos veces en vano, sintió una gran alegría al advertir que, a la  tercera,  la  red  pesaba mucho,  de modo  que  apenas  podía recogerla.
   Pero  su  desencanto no tuvo límites cuando vio  que  toda  su pesca  consistía  en un asno muerto que algún  mal  vecino  había tirado  al  agua. Se  lamentó  en  voz  alta  de  su  desgracia  y disponiéndose a lanzar la red por la cuarta vez,  dijo:     -  La bondad  de  Ala  es infinita.  Quien sabe  si  ahora  tendré  mas suerte?.
   Cuando arrastró la red notó, por segunda vez que pesaba mucho, y  al  abrirla,  encontró una gran copa tapada con una  chapa  de metal. Separó esta,  vació la copa que estaba llena de  cieno,  la miró  por todos lados y ya pensaba en llevársela a su  casa  para venderla  a  algún fundidor,  cuando de ella empezó a  salir  una columna de humo que fue creciendo y espesándose hasta alcanzar la forma de un genio de proporciones gigantescas: Su frente era  alta como una cúpula;  sus manos grandes como gradas de  labranza;  su boca, negra como una caverna, sus ojos brillantes como antorchas, y sus piernas altas como arboles.
   A la vista de aquel monstruo,  el pescador temblando de miedo, intentó huir,  pero la voz de aquel, imponente como un trueno, lo dejó inmóvil.
- No  hay mas dios que Ala,  y Salomón es el profeta  de  Ala!- exclamó  el genio y enseguida añadió:  - Y tú,  oh  gran  Salomón! profeta   de  Ala.   mándame,   dispón  de  mí  y  te   obedeceré puntualmente.
- Oh,   genio  poderoso-  reexplicó  el  pescador-  que   estas diciendo?  Acaso  ignoras que Salomón ha muerto hace mas  de  mil ochocientos años?  Acaso ignoras que llegó Mahoma  el profeta  de Ala? Pretendes burlarte de mí o estas loco?.
- Que estoy loco?  Por Ala te juro,  que si vuelves a ofenderme abre de darte muerte!.
- Serías  capaz  de hacerlo?  oh  genio!,  después  de  haberte librado de la prisión en que estabas?
- Escucha mi historia,  pescador - dijo el genio- y comprenderás que mi amenaza no es en vano.
"Has  de saber que soy un genio rebelde. Mi nombre es  Shar  el Genio;  todos  los de mi especie prestaron obediencia a  Salomón, menos yo,  que huí para no someterme a el. Pero un visir que mandó en  mi  persecución,  me aprisionó y me condujo encadenado  a  su presencia. Cuando  estuve  ante  el  me  pidió  que  aceptara   su religión;  como me negué mandó meterme en esa copa en que me  has encontrado,  la selló con su sello y dispuso que la arrojasen  al mar. Dentro  de  mi estrecha prisión,  prometí durante  el  primer siglo,  hacer  inmortal al hombre que me liberase. Pero  nadie  me liberó. Durante  el segundo siglo pense en hacer dueño de los  mas ricos  tesoros a quien llegase en mi auxilio. Y nadie llegó. En  el tercer siglo prometí que el que me libertase tendría mi poder, mi fuerza y mi sabiduría,  pero también fue en vano. Entonces,  dando libre  salida  a mi cólera,  jure que mataría al  hombre  que  me devolviese la libertad. Ese hombre eres tú,  y nadie te librara de mi venganza".
- Pero si me matas oh genio!- repuso el pescador- cometerás una injusticia  que Ala no te perdonara nunca,  ya que pagas  con  un crimen el bien que te hice poniéndote en libertad. Piensa, además, que  soy casado y tengo tres hijos que aún no pueden valerse  por sí mismos...
   Nada parecía ablandar al gigante, cuyo rostro inmenso iba cada vez  tornándose  mas feroz. Comprendió el pescador que  su  suerte dependía  de  su  ingenio,   y,  como  no  era  torpe,  ideó  una estratagema a la que se agarró como a un naufrago a la tabla  que ve pasar a su lado sobre el lomo de una ola.
- Estas  realmente  decidido  a  darme  muerte?-  preguntó   el pescador.
- Claro que sí- respondió el monstruo.
- Pues bien,  antes de que cometas esa injusticia, desearía que me sacases de una duda que tengo.
- Habla pronto, que estamos perdiendo mucho tiempo.
- Tú  dices  que estabas dentro de esa copa,  pero  eso  no  es cierto. Cómo  podrías caber en ella,  si apenas entra una  de  mis mano? Sólo viéndolo podría creerlo.
- Ah!  Eso quiere decir que desconfías de mí,  eh?  Pues  bien, luego  de  esto  habré de matarte con  mas  gusto  aún,  pescador incrédulo y desconfiado.
   El genio empezó entonces a disolverse en humo,  hasta que solo quedó  una especie de espiral que entró en la copa y  desapareció totalmente. Dentro se sintió una voz que decía:
- Te convences ahora? Oh, pescador desconfiado! La contestación del pescador fue poner rápidamente en la  copa la  tapa  que  le había  quitado. El  genio,  al  verse  encerrado nuevamente,  gritó  y amenazó primero,  suplicó después;  pero  el pescador  no  hizo caso de súplicas ni de amenazas y  tomando  la copa  fingió que iba a arrojarla al agua. De este modo arrancó  al genio  un renovado juramento que aquel hubo de cumplir  luego  de recobrar su libertad.



                 4º El Principio de proporción.


     "Las  cosas  están  bien  cuando  marchan  en  conjunto,  no aisladamente".

   Esto  quiere  decir,   que  si  impulsados  por  un  objetivo, desacomodamos toda nuestra vida,  el logro del resultado  buscado se vera sometido a numerosos accidentes y aún,  si  efectivamente se consigue,  tendrá amargas consecuencias.     Si,  para obtener dinero  o prestigio,  desacomodamos nuestra  salud,  sacrificamos nuestra gente querida, nos despreocupamos de otros valores, etc., es  posible  que  surjan tales accidentes,  que  no  logremos  el resultado  buscado.  En otros casos,  puede ser que lo  obtengamos pero  ya no habrá salud para disfrutarlo,  ni seres queridos  con quienes compartir, ni otros valores que nos den sentido.

   "Las  cosas están bien cuando marchan en conjunto" y  esto  es así, porque nuestra vida es un conjunto que requiere equilibrio y desarrollo  adecuado,   no  parcial.   Si  bien  hay  cosas   mas importantes que otras,  cada persona debería tener una  verdadera escala  de  valores  para que  lo  primario,  lo  secundario,  lo terciario,  pudieran cumplirse proporcionalmente.  Con la  fuerza que  debe  aplicarse  a cada cosa de  acuerdo  a  la  importancia fijada, todas marcharían en verdadero conjunto.

   Ilustremos lo explicado con una leyenda en la que las acciones desproporcionadas producen efectos desastrosos:

Cuatro  magos vivían en amistad. Tres de ellos  alcanzaron  una gran  instrucción  pero carecían de juicio. El otro  aborrecía  la instrucción, pero su razonamiento era excelente. Uno de los magos dijo:" De que vale el juicio sin instrucción? Podrá saberse que es bueno y que es malo,  pero no cómo hacer una cosa u otra".
   Para ilustrar lo dicho, el menor de ellos comentó:
   "Mañana  debemos estar en Persépolis pero hay hasta  allá  una gran  distancia,  de  manera que en un día nuestros  camellos  no podrán   recorrerla,   pero  con  nuestra  instrucción   podremos hacerlo".
   Entonces,  le  pidieron  al juicioso que acercara uno  de  los camellos y así uno estiró sus piernas hasta la altura de una casa del silencio,  el otro amplió sus lomos de manera que los  cuatro cupieran  en otras tantas jorobas y el restante mago se  preocupó de darle al animal,  un cuello tan largo que pudiera divisar a la distancia cualquier punto de interés.
   A  la  mañana siguiente,  montaron solo tres,  porque  el  mago juicioso  dijo: "Mejor  tres que cuatro cuando  los  problemas  se suman".
   Y los tres magos montaron riendo del temeroso. La carrera comenzó a gran velocidad,  pero al poco tiempo,  no hubo  agua  que pudiera colmar la sed  de  semejante  animal. Para colmo  las  fuertes  areniscas daban en la  cabeza  altísima  del enorme  monstruo,  de tal manera que en lugar de  erguirla colocarla como serpiente que va veloz tras su presa.
   Así,  debilitado  el camello y desequilibrado por  la  anormal postura de su cuello,  terminó cayendo como una torre a la que le fallan los cimientos.
   Triste fue el regreso de los magos,  pero afortunadamente,  el juicioso los esperaba para reconfortarlos.
 Sea  como  fuere,  no llegaron a tiempo al lugar  propuesto  y perdieron sus negocios.
   Otro día,  los cuatro encontraron un animal muerto y queriendo probar  al juicioso,  el valor de  la  instrucción,  dijeron: "Ea, hagamos algo por este pobre león muerto. Pero ahora pongámonos los tres de acuerdo a fin de que todas las partes coincidan bien y en un  conjunto  razonable,  porque  aquel asunto  del  camello  fue habilidad de cada uno, pero no de los tres".
   El primero, entonces dijo:
- Yo se como unir el esqueleto.
   El segundo dijo:
   - Yo puedo suministrar piel, carne y sangre.
   El tercero dijo:
- Yo puedo darle vida.
   De  este  modo,  el primero juntó  el  esqueleto,  el  segundo proporcionó piel,  carne y sangre. Y mientras el tercero intentaba darle vida, el mago de juicio aconsejó contra esto, observando:
- Este  es  un león. Si tu le das vida,  matara a  cada  uno  de nosotros.
- Simplón! - dijo el otro -, yo seré el que reduzca tu buen juicio a nada.
- En este caso - fue la contestación - espera un momento,  mientras yo me trepo a este árbol conveniente.
   Cuando  hubo hecho esto,  aquel dio vida al león,  y  este  se levantó  y mató a los tres y luego que el león se hubo  retirado, el mago juicioso bajó del árbol y se fue a su casa.




5º El Principio de conformidad.


     "Si  para ti están bien el día y la noche,  el verano  y  el invierno, has superado las contradicciones".

   Este  Principio destaca en forma figurada la oposición de  las situaciones.  Sin embargo,  tal oposición podrá ser conciliada si se modifica el punto de vista con respecto al problema.

   El excesivo calor del verano,  hace pensar  compensatoriamente en el frío del invierno y a la inversa.  Toda situación  difícil hace  evocar o imaginar a su antagónica,  pero una vez  en  ella, vuelve la disconformidad.  Entonces,  la compensación nos lleva a su  punto  opuesto.   Allí  donde  aparezca  el  sufrimiento,  la compensación se pondrá en marcha, pero no por ello el sufrimiento mismo será vencido.

   Es muy distinto el punto de vista y el comportamiento frente a las  dificultades,  por  parte  de quien esta  orientado  por  un sentido  de vida definido.  Si alguien cree que su vida tiene  un sentido  y  que todo lo que le sucede sirve a  su  aprendizaje  y perfeccionamiento  en  esa  dirección,   los  problemas  que   le aparezcan  no tenderán a ser eludidos  compensatoriamente,  sino que los asumirá descubriendo también en ellos alguna utilidad. El frío del invierno será aprovechable y también el calor del verano y  cuando  cada uno se presente,  esa persona dirá:  "En  que  se oponen las estaciones, si ambas me sirven"?

   He aquí una historia que revela esa postura a la perfección:
  
   Hubo  un varón llamado Job,  recto y temeroso  de  Jehová;  su prole  y  su riqueza eran grandes y en todo estaba  sujeto  a  la voluntad de dios.
   Un  día  vinieron los hijos de Dios a presentarse  delante  de Jehová,  entre los cuales vino también Satán,  el maligno. Y  dijo Jehová a Satán: "De donde vienes?".  y respondiendo  Satán,  dijo: "De  rodear  la  tierra  y de andar por  ella". Y  Jehová  dijo  a Satán: "No has considerado a Job,  que no hay otro tan justo en la tierra?. A lo que replicó Satán: " Al trabajo de sus manos has  dado bendición  y su hacienda y sus hijos  han  crecido. Mas,  extiende ahora  tu  mano,  y  toca a todo lo que tiene y veras  si  no  te blasfema en tu rostro". Jehová permitió entonces,  que pusiera  el maligno  su  mano sobre toda posesión de Job,  mas  no  sobre  su persona.
   Entonces,   los   hijos  de  Job  fueron  muertos   por   unos salteadores;  el fuego consumió a sus ovejas; los caldeos sus camellos, y un gran viento derrumbó su casa.
   Sabedor  de todo aquello,  Job hizo duelo y cayendo en  tierra dijo:" Desnudo  salí  del vientre de mi madre  y  desnudo  tornare allá. Jehová me dio y Jehová me quitó, bendita sea su voluntad".
   Entonces, Satán pidió permiso a Dios para tocar a Job y Jehová se lo dio a condición de que no tomara su vida.
   Hirió  a  Job  una sarna desde la planta de su  pie  hasta  la mollera  de su cabeza. Y tomaba una teja para rascarse  con  ella, sentado en medio de ceniza.
   Así,  durante años la aflicción y la enfermedad cayeron  sobre la cabeza de Job,  y su mujer desde la distancia le gritaba:" Aún retienes tu simplicidad?  Bendice a Dios y muérete!" A lo que Job respondía: "Recibimos  el  bien de dios,  porque  no  habremos  de recibir su mal? Santo es Su nombre y Su voluntad".
   También sus amigos y conocidos se apartaron y fueron numerosos los  que  habiendo sido reconfortados por el en  su  momento,  le dijeron:  "Males y bienes se reparten en la vida pero quien  sino un  pecador y un hipócrita puede recibir tanto  mal.  Porque  hay malos  que gozan beneficios y hay buenos del  mismo  modo. También malos y buenos reciben la ira de Dios en sus cabezas, pero no hay quienes sufran del cielo tanto mal,  a cambio de alabanza,  o  es Jehová  injusto?.  A esto respondió Job:" No soy yo  quien  pueda juzgar los designios de Jehová. El me dio,  el me  quitó,  bendita sea su voluntad".
   Entonces  Jehová  atendió a Job y aumento al doble  todas  las cosas que de el habían sido.
   Y  vinieron  a el todos sus hermanos y  todas sus  hermanas  y todos  los que antes le habían conocido y comieron con el pan  en su  casa y condoliéronse de el y consolaron de todo el mal  que sobre  el  había Jehová traído;  y cada uno de ellos le  dio  una pieza de moneda, y un zarcillo de oro.
   Y  bendijo Jehová la postrimería de Job mas que su  principio; porque tuvo catorce mil ovejas,  y seis mil camellos y mil yuntas de bueyes y mil asnas.
   Y tuvo siete hijos y tres hijas.
   Y no se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra.
   Y después de esto vivió Job ciento cuarenta años,  y vio a sus hijos y a las hijas de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y Job,  dijo entonces: "Jehová me quitó, Jehová me dio, bendita sea su voluntad".



                   6º El Principio del placer.


     "Si persigues el placer te encadenas al  sufrimiento.  Pero, en tanto no perjudiques tu salud,  goza sin inhibición cuando  la oportunidad se presente".

   Este Principio puede resultar chocante en una primera lectura, porque se piensa que se esta diciendo: "Goza aunque perjudiques a otros,  ya que el único freno es tu salud personal".  Pues  bien, eso no se esta diciendo. En realidad se explica que es absurdo el deterioro  de la salud por el ejercicio de placeres exagerados  o directamente  nocivos.  Pero además,  se destaca que la  negación prejuiciosa del placer produce sufrimiento;  o que el  ejercicio del placer con problemas de conciencia,  también es  perjudicial. En fin,  la idea principal es aquella de no perseguir el  placer, sino  de  ejercitarlo sencillamente cuando se  presenta,  ya  que buscar  cuando  no esta presente el objeto placentero  o  negarlo cuando aparece, siempre son hechos acompañados de sufrimiento.

   A este principio (como a todos los otros),  no hay que sacarlo del conjunto o interpretarlo de manera que se oponga a otros.  De este  modo,  hay otro Principio que dice:  "Cuando tratas  a  los demás como quieres que te traten,  te liberas". Por consiguiente, el sentido cambia cuando se ejercita el conjunto, no un Principio aislado.

   En  la siguiente leyenda se describen posturas  equivocadas  y justas frente al objeto de placer:

   El  maestro regaló a la asamblea de sus discípulos  un  pastel mágico,  del que se podía comer tanto cuanto se deseara,  sin que por ello menguara en sus dimensiones.  La condición era comer una sola vez al día.
   Ese  presente dio el maestro,  al emprender un largo  viaje  y para evitar problemas menores a la comunidad de monjes.
   Un primer discípulo probó el pastel y quedó maravillado por el sabor  exquisito. Pero a poco de saciarse,  comenzó a imaginar  la ración  del  día siguiente. Así,  de día en día  su  obsesión  fue creciendo. Tan  intolerable  se  hizo aquello  que  decidió  poner termino  a  la situación comiendo una porción tal  que  su  deseo quedara  satisfecho hasta la ración siguiente. Pero  todo  terminó con  una  indigestión tan tremenda que lo llevó al  borde  de  la muerte.
   En recuerdo de aquello,  se colocó en el frente del monasterio una  placa con la siguiente inscripción: "Sufre el que busca y  el que desea conservar".
   Un  segundo discípulo tomando en cuenta lo sucedido  no  quiso probar  al  principio del pastel,  no obstante su  gran  deseo. Se había dicho que el placer llevaba al dolor y que, por tanto, para no  sufrir no había tampoco que gozar. Una cosa llevaba a la  otra según  probaba  la  experiencia. Pero  sucedió  no  obstante   que diariamente  el asceta imaginaba montañas de pasteles  sin  poder probar  un  solo bocado. A  veces,  al  dormir,  enormes  pasteles poblaban sus sueños y despertaba sobresaltado como alguien que es mordido  por una de las grandes hormigas solitarias. En  fin,  que para  evitar  mayores sufrimientos,  un día probó  un  trozo  del maravilloso   alimento,   logrando   con  esto   traicionar   sus convicciones y además, aumentar la obsesión.
   En  el  frente del monasterio se fijó una  segunda  placa  que decía: "El pecado no esta en el pastel ni en la barriga,  sino  en lo que se sueña y piensa por arriba".   Finalmente, un tercer discípulo se preguntó por las tareas que había  encomendado  el  maestro antes de la  partida. Vio  que  el monasterio y la chacra y los animales habían quedado descuidados, que  las diversas opiniones en torno al asunto del pastel  habían dividido  a la comunidad. Y entonces,  empezó a hacerse  cargo  de todo antes del regreso del maestro. Mientras ponía orden en uno de los  recintos,  encontró  el motivo del  escándalo. Se  detuvo  un momento,  cortó un buen trozo y lo saboreó  lentamente. Luego,  se olvidó  del  asunto tan atareado como estaba con el  trabajo  del monasterio.
   Al regresar el maestro, se encontró con los dos carteles en la entrada   de  la  casona  y  pidió  que  se  le  explicara   todo aquello. Esto motivó que el maestro se deshiciera del pastel. Luego dijo: "Se ha cometido una gran injusticia. Poned una tercera  placa que  proclame: El exceso de un tonto fuerte y el ascetismo  de  un docto débil, llevan al mismo resultado. Para el santo es el trozo, que tanto problema deja al codicioso".



             7º El Principio de la acción inmediata.


     "Si persigues un fin te encadenas.  Si todo lo que haces  lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas".

   Enseña  a obtener beneficio de toda situación  intermedia  que nos lleva al logro de un objetivo.  No dice que no deban  existir fines, ya que la planificación de cualquier actividad se realiza en base a fines.  Se esta explicando que dado un fin  cualquiera, todos los pasos que llevan a el,  deben considerarse del modo mas positivo posible.  De otro modo,  cualquier actividad anterior al logro  del fin produce sufrimiento y por lo tanto,  si es que  el fin se logra, pierde sentido por el costo vital que representa el sufrimiento invertido en los pasos.

   La  siguiente leyenda describe los problemas que se  presentan cuando  no  se  tiene  en  cuenta  lo  inmediato  por  considerar solamente objetivos alejados de la situación que se vive.

   Una Lechera llevaba sobre su cabeza un jarrón grande de leche. Lo llevaba a vender al mercado del pueblo. "Aquí llevo un jarrón lleno de leche - se dijo -.  Si viene  una carestía  obtendré por el cien rupias.  Con esa suma podré  tener dos chivas.  Cada seis meses tendrán dos chivas mas.  Después  de las chivas,  vacas;   cuando las vacas tengan cría,  venderé  los terneros.  Después comprare búfalos; después yeguas. Las yeguas me darán  abundantes  caballos.   La  venta  de   estos,   significa abundancia  en oro.  El oro comprara una gran casa con  un  patio interior.  Entonces, vendrá alguien a mi casa quien se presentara con una dote adecuada a mi posición y nos desposaremos. Tendremos un hijo al que llamaremos Señor Luna.
   Cuando  tenga edad,  vendrá corriendo hacia mí y  se  acercara demasiado a los caballos.  Entonces me enojare y llamare al padre para que saque a los caballos,  pero como el andará en sus cosas, no lo hará.
   Entonces yo me acercare a ellos y los sacare a  puntapiés.  La lechera dio un mal paso en el camino al chocar su pie contra  una piedra que no vio,  tan preocupada como estaba con su ensueño  el jarrón  cayó  de  su  cabeza estrellándose  contra  el  suelo   y esparciendo todo su contenido.



            8º El Principio de la acción comprendida.


     "Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos."

   Invita   a  evitar  la  improvisación  movida   por   impulsos irracionales.  No  dice  que  no haya que  hacer  algo,  dado  un problema,  sino que simultáneamente al hacer,  debe comprenderse. Casi todas las personas,  frente a un conflicto y movidas por  su ansiedad,  se lanzan a solucionarlo sin comprenderlo en su  raíz. De  esa manera,  se complica aún mas el problema y este motiva  a otro, en una cadena inagotable.

   Examinemos un ejemplo a  modo de leyenda:
  
   Un joven pastor, a causa de su manta, pasaba mal las noches de frío. No porque aquella estuviera mal tejida o fuera de pobre calidad. El  pastor  solía hablarse de este  modo: "Desde  pequeño  esta manta  me protegió de vientos,  heladas y nieves,  pero ahora  el frío pasa a través de ella. Sin duda que con el uso se ha rasgado aquí  y allá.   Si me ha servido cuando niño debe servir  también ahora; basta hacer algunos remiendos adecuados".Así,  puso  manos  a la obra y la dejó nuevamente  en  buenas condiciones.
   Al llegar la noche,  notó que sus pies quedaban descubiertos y a punto de congelarse. Entonces tomó la frazada y la corrió hacia abajo dejando al descubierto buena parte de su pecho,  porque  la manta era demasiado corta.
   De ese modo pasó la noche:  cubriendo abajo descubría arriba y a la inversa.
   A la noche siguiente,  reflexionó de este modo: "Si esta manta me  acompaño  en la niñez y entonces sirvió bien  de  protección, también  ahora deberá servir,  porque esta como nueva  luego  del arreglo.   Tendré  que  encogerme bien al dormir,  ya  que  según parece he crecido demasiado.
   Y  el  otro amanecer encontró al joven insomne y con  todo  el cuerpo dolorido, tal había sido su molesto encogimiento. Entonces decidió: "Ni la manta creció en todo este  tiempo,  ni yo puedo achicarme para que sigamos juntos".



                  9º El Principio de libertad.


     "Cuando perjudicas a los demás,  quedas encadenado. Pero, si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto quieras con libertad".

   De comienzo explica que crear problemas a los demás, tiene por consecuencia que los otros se lo creen a uno. Además, dice que no hay  motivo  para  dejar de hacer lo que se quiere  si  nadie  se perjudica con tal acción.

   He aquí algunas enseñanzas sobre la justa libertad de acción.

Jesús dijo: "No juzguéis,  para que no seáis también  juzgados.
   Porque con el juicio con que juzgáis,  seréis juzgados,  y con la medida que medís, con ella os volverán a medir.
   Y con ello demostraba que el mal hecho al prójimo,  es también mal para el que lo hizo.
   Y aconteció que estando Jesús a la mesa,  muchos publicanos  y pecadores se sentaban también a su lado porque había muchos y  le seguían.
   Y  sus enemigos,  viéndole comer con publicanos  y  pecadores, dijeron a sus discípulos: "Que es esto, que vuestro maestro come y bebe con publicanos y pecadores?.
Y oyéndolo Jesús,  les dice: "Los sanos no tienen necesidad  de medico sino los que tienen mal".
   Y  aconteció que pasando el por los sembrados en  sábado,  sus discípulos comenzaron a arrancar espigas.  Entonces sus enemigos le dijeron: "Por que hacen en sábado lo que no es lícito?"
  Y el les dijo: "El sábado por causa del hombre es hecho,  no el hombre por causa del sábado".
   Y muchas cosas explicaba diciendo:  "Andad pero antes aprended que cosa quiere decir: misericordia quiero y no sacrificio".




                10º El Principio de solidaridad.


     "Cuando  tratas a los demás como quieres que te  traten,  te liberas".

   Este Principio es de grandes consecuencias porque lleva a  una apertura,  a  una  comunicación  positiva  con  los  otros  seres humanos.
   Sabemos  que el encerramiento en uno mismo,  genera  problemas mas  o  menos  graves.   El  llamado  "egoísmo"  puede  reducirse precisamente   a  un  problema  de  encerramiento  y   falta   de comunicación.  El  Principio  otorga importancia al hecho  de  ir positivamente hacia los otros y complementa al Principio anterior que  recomienda:  "No perjudiques a otros",  pero  la  diferencia entre ambos, es grande.

   La  enseñanza  sobre  la acción solidaria es una  de  las  mas antiguas de la humanidad. Veamos el siguiente caso.

Un discípulo preguntó a Confucio:  "  Cuál es el hombre  bueno?"
   El maestro respondió:  "Puedes llamar hombre bueno al que  ves por  sus  acciones buenas.  Si un gobernante se  desvive  por  su pueblo y sólo hace por el,  puedes llamarlo bueno.  Pero mas  que bueno es santo aquel que se fortalece primero en el  conocimiento y  luego  lo da a otros.   Aquel que hace con otros  aquello  que quisiera  que  hicieran con el.  Por  ello,  sin  ser  gobernante cualquier súbdito puede ser santo en su medida y esto no  depende de su rango ni de sus posesiones".



          11º El Principio de negación de los opuestos.

     "No   importa   en   que   bando   te   hayan   puesto   los acontecimientos;  lo que importa es que comprendas que tú no  has elegido ningún bando".

   Aquí no se explica que haya que abandonar todo bando.  Aquí se sugiere  considerar  la posición en que uno  se  encuentra,  como resultado  de  factores ajenos a  la  propia  elección;  factores educacionales,  de ambiente,  etc. Tal actitud hace retroceder el fanatismo,  al  tiempo  que permite comprender los bandos  y  las posiciones que asumen otras personas.  Evidentemente,  esta forma de considerar el problema de los bandos contribuye a la  libertad de la mente y tiende un puente fraterno, hacia las demás personas aún cuanto estas no coincidan con mis ideas,  o aparentemente  se opongan a mis ideas.

   Este Principio, al tiempo que reconoce la falta de libertad en las situaciones que uno no ha construido,  afirma la libertad  de negar las oposiciones si son parte de las mismas situaciones.  En otras  palabras:  yo  no he decidido ser alto  o  bajo,  gordo  o delgado y si esa condición esta acompañada de oposiciones a otros que  tampoco eligieron su bando,  tengo libertad para  negar  esa oposición. Yo no invente a los altos, a los bajos, a los gordos o a los delgados, por tanto niego toda oposición responsable.

   Veamos sobre esto, una antigua enseñanza:

   Los  enemigos  de  Jesús decidieron  ponerlo  en  dificultades presentándole dos posibilidades,  de tal modo que eligiendo  una, quedara en mala posición frente a la otra.
   Se  acercaron  a el y dijeron:  " Maestro,  sabemos  que  eres amador de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios y que  no  te  inclinas por nadie,  ya que no  tienes  acepción  de persona  de  hombres. Dinos  pues que te  parece?  Es  lícito  dar tributo a Cesar o el tributo debe ser para el culto religioso?". Mas Jesús,  entendida la malicia de ellos, les dijo: "Porque me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo".
   Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo:" De quien es esta figura?"
Díjole: "De Cesar".
   Y díjoles:" Pagad pues a Cesar lo que es de Cesar y a Dios  lo que es de Dios".
   Oyendo  esto,  sus enemigos se confundieron  y  dejándole,  se fueron.


        12º El Principio de acumulación de las acciones.

     "Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti.  Si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte".

   Aquí  se  quiere  decir que todo acto  que  se  realiza  queda grabado en la memoria y desde allí influye en las otras vías. Por tanto,  la  repetición  de  actos que dan unidad  interna  o  que generan contradicción, van formando una conducta que condiciona a las acciones posteriores en alguno de los dos  sentidos.  Repetir los actos de unidad interna,  significa ejercitar los  Principios en la vida diaria. También se da a entender que no se trata de la repetición  de un acto (o de un Principio aislado),  sino  de  un conjunto de actos de unidad interna.

   Sin   duda  que  al  ejercitar  todos  los   Principios,   nos encontramos   con   una  disciplina   integral,   capaz   de   ir transformando  nuestra condición sufriente en una nueva forma  de vida  de  creciente unidad interna y,  por  tanto,  de  creciente felicidad.

   A veces,  sumando actos contradictorios,  se construye la vida de una persona o de un conjunto humano. También sucede que pueden aparecer muchos resultados exitosos durante un tiempo, pero antes o  después se producirá la catástrofe porque la base de toda  esa vida es falsa.  Mucha gente ve solamente las anécdotas  exitosas, pero  no  alcanza a comprender el proceso de esa  vida  y,  sobre todo, su absurdo final.

   Desarrollemos una leyenda que nos ilustre sobre la acumulación de actos contradictorios:


   Un  príncipe orgulloso decidió construir una enorme torre  que llegara  a lo alto de los cielos. Para ello reunió a un tercio  de sus hombres y les encomendó el trabajo.
   A  excepción de los sabios,  la población se había  corrompido como su príncipe. Era aquel reino rapaz de sus vecinos y  vanidoso de las riquezas.
   Pasaron  los  años y la construcción fue  subiendo  hasta  las nubes. Pero a medida que se elevaba,  los problemas  crecían.  Las fuerzas del reino cada vez mas, debían adquirir nuevos recursos y animales y esclavos.
   Entonces,  el  tercio inicial seguía trabajando en  la  torre, pero luego hubo que sumar otro tercio a la guerra y un tercio aún al transporte, equipo, administración y artesanía.    Continuaron pasando  los años y todo se seguía agregando. Como el esfuerzo  se suma al esfuerzo, las piedras se sumaron a las piedras.
   Y  la  torre  seguía  llevándose hacia  las  alturas  toda  la riqueza,  todo el poder,  todo el sufrimiento. Era como cuando los mares evaporan sus aguas y estas suben, pero la tierra aumenta en su  tristeza porque el agua no vuelve a ella;  porque no  llueve, porque hay sequía.
   Entonces,  los sabios explicaron al príncipe las consecuencias que  debían  sobrevenir  del  monstruoso  proyecto,  pero  fueron silenciados...
   Así,  al  crecer  la torre,  creció también  la  soberbia  del soberano y de los súbditos,  hasta que estos dijeron: "Esta  torre que  servirá  para  respeto y sumisión  de  todas  las  naciones, requiere  que  sus  constructores  estén a  la  altura  de  tanto mérito. Por  lo  tanto  las órdenes  de  los  ingenieros,  de  los arquitectos,  de los maestros talladores y de los que dirigen  el izado,  deben ser dadas según jerarquías y desde la altura de  la torre que corresponda a su dignidad".
   Ocurrió  entonces que todos quisieron dirigir desde el  último tramo de la rampa,  pero tan lejos estaban de la tierra  que,  al gritar  a  los de abajo,  estos entendían  mal. Para  peores,  las órdenes de unos se oponían a las órdenes de otros.
   Así  fue  como unos subían argamasa adonde debían  llegar  las palancas y otros reparaban herramientas sin que hubiera quien las llevara.
   Por  fin,  la  construcción empezó a  hacerse  irregular;  las cuerdas  se cortaban en las salientes y caían poleas y  cestos. En algunos  lugares  sobró liga y en otros faltó y ya al  final  del caos,  la  torre  fue suma de  error  sobre  error,  inclinándose peligrosamente.
   Tal fue la locura de los constructores que, al seguir cargando de ese modo la obra,  esta falló en sus cimientos y se  derrumbó, arrastrando con ella a sus directores desde lo alto de los cielos a lo mas bajo de la tierra.
   Entonces,  los sabios se reunieron y dijeron:" Aprovechemos el material  para algo útil. Dispongamos todo para que  vuelva  algún beneficio a nuestro pueblo".
   Y  así  sucedió que las aguas fueron apresadas  y  llevadas  a lejanos  lugares  de  cultivo,  las  viviendas  de  la  población afirmadas, y las murallas extendidas para la defensa y no para el ataque.
   Todo  se  sumó para beneficio del pueblo y el  pueblo  trabajó viviendo en paz consigo mismo y en amistad con sus vecinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario