Los Principios de la acción válida
Este capítulo trata los temas
formativos que se refieren a los doce Principios de la acción valida. Cada uno de los temas esta
acompañado de una breve
historia, o una
fábula, o una leyenda para ilustrar el significado del
Principio.
Mientras los Principios son tomados de "La Mirada Interna", las "historias" que
los acompañan fueron desarrollados,
a veces con sustanciales
modificaciones, por el genio
de diferentes culturas.
1º El principio de
adaptación.
"Ir contra la evolución de
las cosas, es ir contra
uno mismo".
Este
Principio, destaca que cuando por
anticipado se sabe el desenlace de un acontecimiento, la actitud correcta es la de
aceptarlo con la mayor profundidad
posible, tratando de sacar
ventaja aún de lo desfavorable. Examinar
momentos de la vida en los que no
tuvimos conocimiento de este Principio y
por tanto obramos en contrario,
nos ilustrara convenientemente
sobre el significado del mismo.
Será mas interesante aún, reflexionar
sobre el momento
que estamos viviendo
y estudiar las consecuencias de
sufrimiento para nosotros
y para nuestras personas próximas, en caso de no
tener en cuenta el Principio.
Estamos explicando que
las cosas a las que
no debemos oponernos, son aquellas que tienen un carácter
inevitable. Si el ser humano, por ejemplo, hubiera creído que las enfermedades
eran inevitables, la ciencia medica
jamas hubiera avanzado. Gracias a la necesidad de resolver problemas y a la
posibilidad de hacerlo, la humanidad progresa.
Si una persona queda sola en el
desierto, es inevitable que muera?
Esa persona hará el esfuerzo de encontrar salidas a su situación y, en
efecto, encontrara un oasis o bien la encontraran a ella con mas
facilidad, si utilizó todos los recursos
posibles para hacerse ver a la
distancia. Así es que este Principio
se asienta en la situación de lo inevitable,
para ser aplicado correctamente.
En cuanto a la fábula que ilustra este
Principio, podemos contarla así:
En
una laguna vivía una tortuga llamada "Pescuezo de Tortuga: que
tenía como amigos a dos gansos salvajes. Entonces, vino
una sequía de doce
años que dio por resultado estas
ideas a los gansos: "Esta laguna se secara. Buscaremos otro pozo de
agua. Con todo, debemos despedirnos de nuestra amiga, Pescuezo de
Tortuga". Al hacer esto, la tortuga
dijo:
- Soy
habitante de estos lugares y
siempre podría encontrar agua, pero
vosotros no tendríais
suficiente, así es
que yo comprendo vuestra
partida. No obstante, tendría
una vida aburrida. Por consiguiente,
debemos partir juntos.
- Somos
incapaces de llevarte con
nosotros pues eres
una criatura sin alas.
- Pero,
- siguió diciendo todavía la
tortuga- hay un recurso posible. Traigan un palo de madera.
Los
gansos hicieron esto, y la tortuga se
sostuvo en el medio del palo con sus mandíbulas y dijo:
- Ahora ténganlos firmemente con vuestros
picos: cada uno de un lado levante vuelo y viaje regularmente por
las alturas, hasta descubrir otro lugar deseable en el que
podamos vivir los tres.
Pero
ellos replicaron:
- Hay
dos obstáculos en este lindo
plan. Primeramente, tu no tienes
necesidad de ir a otro lugar,
cosa que para nosotros es
cuestión de vida o muerte. El palo y tu
peso pondrán en peligro nuestro vuelo y por lo tanto a ti
misma. Además, si siguiendo tus
costumbres te pusieras a charlar, perderías la vida.
-Oh!- dijo la tortuga- vosotros necesitáis agua y yo compañía estamos pues en la misma situación. En cuanto a
mi conversación, desde este momento hago
voto de silencio, me quedare así mientras estemos en el aire.
Los
amigos pusieron el plan en marcha, pero
mientras llevaban trabajosamente a la tortuga por sobre una
ciudad vecina, el pueblo,
abajo, notó aquello y se levantó un murmullo
confuso cuando algunos preguntaron:
" Que es ese objeto semejante a un carro, que
dos pájaros llevan por el
espacio?. Tal vez sea algún maharajá o
acaso otro ser poderoso".
La tortuga recordando las piedras que los
niños arrojaban sobre ella en la
laguna, quiso mostrar al pueblo que ahora volaba y gritó entonces
orgullosamente :
- Soy yo!. Pescuezo de Tortuga!
Apenas habló,
la pobre perdió su sostén, y cayó al suelo. Y la gente que deseaba su
carne la cortó en trozos y se la comió.
2º El Principio de acción y
reacción.
"Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario".
Este Principio destaca que las personas y las cosas
tienen determinados comportamientos y que resisten o facilitan nuestros proyectos si actuamos adecuadamente. Cuando movidos por impulsos
irracionales, presionamos algo contra su
propio comportamiento, observaremos que podrá ceder ante nuestras
exigencias, pero la consecuencia a corto o largo plazo, será que
volverán efectos distintos a los
que queríamos lograr.
El
ser humano es forjador de acontecimientos,
da dirección a las cosas, tiende a planificar y cumplir proyectos. En suma, se dirige hacia fines. Pero la
pregunta es: cómo va hacia sus fines?
Cómo
hace entender a otra persona la
solución de un problema presente: la
violenta o la persuade? Si la
violenta, ahora o después
habrá reacción. Si la persuade, ahora
o después se sumaran las fuerzas.
Muchos piensan que
"el fin justifica los medios" y
obran forzando todo a su
alrededor, logrando a
menudo resultados exitosos. En ese caso, la dificultad viene después. El
fin se ha logrado, pero no se lo puede mantener por mucho tiempo.
El Principio que
estamos comentando, se
refiere a dos situaciones distintas. En una,
se obtiene el fin buscado, pero
las consecuencias son opuestas a lo
esperado. En otra,
por forzamiento de situaciones, se obtiene un "rebote"
desfavorable.
Trataremos los dos casos con una leyenda y con una enseñanza:
Veamos el primer ejemplo:
El
viejo Sileno era un sátiro (mitad chivo y mitad hombre) que aconseja sabiamente a Dionysos (dios del vino).Su espíritu
era profundo y juicioso, pero
estaba disimulado bajo una apariencia
grotesca.
Por motivos de su aspecto, un día
fue capturado mientras dormía por unos campesinos. Estos,
orgulloso de su presa, llevaron a Sileno cargado
de cadenas ante el Rey del
lugar, llamado Midas. Midas reconoció
la naturaleza del
sátiro y luego
de liberarlo hizo en su honor grandes fiestas y homenajes, rogándole que perdonara
a los campesinos por la confusión
producida. El sabio Sileno así lo hizo y quiso además retribuir el
espíritu piadoso del Rey.
- Pide
lo que quieras y te lo concederé - dijo Sileno- pero se razonable ya que lo que doy no puedo luego
quitar.
Entonces Midas, pidió al sátiro aquello que durante toda su vida
había deseado. Pidió convertir
en oro lo
que tocara, explicándose de este modo:" Mi reino es pobre pero
su gente
es bondadosa y unida. Si yo fuera rico,
la felicidad sellaría tanto esfuerzo y tanta privación; todo el reino se vería beneficiado por el don de su Rey bienamado.
Sileno hizo su concesión a Midas y desapareció.
Inmediatamente las vestiduras que
estaban en contacto con el cuerpo del
Rey se convirtieron en oro.
Entonces,
Midas comenzó a recorrer sus dominios y a convertir en oro las casas de
los campesinos, sus estanques, sus cultivos y sus animales, ante el asombro y
el agradecimiento general.
Pero vuelto al palacio esa
noche, un clamor lastimoso subió hasta el...Los súbditos llegaban con
quejas crecientes.
- No puedo ordeñar a mis cabras de oro!- dijo
uno -, y mi familia se quedara sin leche y sin carne.
-
Los cultivos no darán frutos!- gritaron otros.
Y
así fue llegando al Rey, todo tipo de lamentos. Midas, meditando
la solución del problema escanció
vinos y llevó a su boca los alimentos y los frutos. Todo
fue entonces de oro y no hubo líquido ni
alimento que pudiera tragar.
En
tal situación su mujer fue a reconfortarlo,
acariciándolo, pero de inmediato
quedó convertida en la mas hermosa estatua
de oro.
Midas, hizo penitencia invocando
a Dionysos para que rompiera el sortilegio de Sileno. Y el buen dios, volvió todas las cosas a su principio.
El oro se esfumó,
las cabras volvieron a ser cabras
y los estanques volvieron
a contener las
aguas; los cultivos
se agitaron al viento
y la mujer del Rey salió de su
sueño de oro. Entonces Midas
pudo comer, pudo beber y
agradeció con su pueblo al dios el haberles concedido la
pobreza.
Veamos a continuación, la enseñanza referida al "rebote" de la
acción:
Buda
dijo: "Si un hombre me
daña, le
devolveré mi cariño; cuanto mas daño me haga mas bondad
partirá de mí; el perfume de la
bondad siempre llega a mí y el aire triste del mal va
hacia el".
Un hombre insensato insultó al Buda y este le
preguntó: "Si un hombre rechaza un
regalo dedicado a el, a quien
pertenecerá? Y el otro contestó:"
En este caso pertenece al que lo ofreció".
"Bien - repuso Buda- te has
mofado de mí, pero yo rehuso el regalo y te ruego que lo guardes para
ti: No será esto un origen de miseria
para ti?".
El
embaucador no contestó y el Buda continuó:
"Un hombre perverso que
ofende al virtuoso, es como uno que mira al cielo y lo escupe; la saliva no ensucia al cielo,
sino que vuelve y mancha a su propia persona".
El
calumniador es como uno que arroja tierra a otro, cuando el viento esta contra
el mismo; la tierra no hace mas que
volver al que la arrojó y aquel que desea lograr algo que no
es para
el obtiene aquello que es para el".
3º El Principio de la acción oportuna.
"No te opongas
a una gran fuerza. Retrocede
hasta que aquella se debilite,
entonces, avanza con resolución".
Este Principio, no recomienda retroceder ante los
pequeños inconvenientes, o los
problemas con que tropezamos
diariamente.
Unicamente se retrocede, según explica
el Principio, ante fuerzas irresistibles, tales que
indudablemente nos sobrepasan al enfrentarlas. Retroceder ante
las pequeñas dificultades debilita a la gente, la hace
pusilánime y temerosa. No retroceder ante
grandes fuerzas, hace a la gente
proclive a todo tipo de fracasos y accidentes.
El problema aparece cuando no se
sabe anticipadamente quien tiene
mas fuerza, si
uno o la
dificultad. Eso habrá
de comprobarse tomando pequeñas
"muestras",
haciendo pequeñas
confrontaciones que no comprometan
totalmente la situación y que dejen espacio
libre para cambiar de
postura si esta
fuera insostenible. Antiguamente, se hablaba de "prudencia",
esa era una idea muy próxima a la que estamos explicando.
Pero hay otro
punto: cuando avanzar? En
que momento el inconveniente se ha reducido en
fuerza, o bien, en que
momento hemos ganado nosotros en fuerza? Vale la misma idea de
tomar "muestras" cada tanto haciendo pequeños intentos, no
definitivos.
Cuando la fuerza esta a nuestro favor y el inconveniente se ha
debilitado, el avance debe ser total. Guardar reservas en tal situación, es comprometer el triunfo, porque no se va adelante con toda la energía disponible.
He
aquí la correspondiente leyenda:
Había en cierto lugar un pescador viejo, padre de tres niños y extremadamente
pobre.
Tenía la costumbre de echar su redes al agua solamente cuatro veces cada jornada. Un día entre los
días, después de rastrear el río dos
veces en vano, sintió una gran alegría al advertir que, a la tercera,
la red pesaba mucho,
de modo que apenas
podía recogerla.
Pero su desencanto no tuvo límites cuando vio que
toda su pesca consistía
en un asno muerto que algún
mal vecino había tirado
al agua. Se lamentó
en voz alta
de su desgracia
y disponiéndose a lanzar la red por la cuarta vez, dijo:
- La bondad de Ala es infinita.
Quien sabe si ahora
tendré mas suerte?.
Cuando arrastró la red notó, por segunda vez que pesaba mucho, y al
abrirla, encontró una gran copa
tapada con una chapa de metal. Separó esta, vació la copa que estaba llena de cieno,
la miró por todos lados y ya
pensaba en llevársela a su casa para venderla
a algún fundidor, cuando de ella empezó a salir
una columna de humo que fue creciendo y espesándose hasta alcanzar la
forma de un genio de proporciones gigantescas: Su frente era alta como una cúpula; sus manos grandes como gradas de labranza;
su boca, negra como una caverna, sus ojos brillantes como antorchas, y
sus piernas altas como arboles.
A la
vista de aquel monstruo, el pescador
temblando de miedo, intentó huir, pero
la voz de aquel, imponente como un trueno, lo dejó inmóvil.
- No
hay mas dios que Ala, y Salomón
es el profeta de Ala!- exclamó
el genio y enseguida añadió: - Y
tú, oh
gran Salomón! profeta de
Ala. mándame, dispón
de mí y
te obedeceré puntualmente.
- Oh,
genio poderoso- reexplicó
el pescador- que
estas diciendo? Acaso ignoras que Salomón ha muerto hace mas de mil
ochocientos años? Acaso ignoras que llegó
Mahoma el profeta de Ala? Pretendes burlarte de mí o estas
loco?.
- Que estoy loco? Por Ala te juro, que si vuelves a ofenderme abre de darte
muerte!.
- Serías
capaz de hacerlo? oh
genio!, después de
haberte librado de la prisión en que estabas?
- Escucha mi historia, pescador - dijo el genio- y comprenderás que
mi amenaza no es en vano.
"Has
de saber que soy un genio rebelde. Mi nombre es Shar
el Genio; todos los de mi especie prestaron obediencia a Salomón, menos yo, que huí para no someterme a el. Pero un visir
que mandó en mi persecución,
me aprisionó y me condujo encadenado
a su presencia. Cuando estuve
ante el me
pidió que aceptara
su religión; como me negué mandó
meterme en esa copa en que me has
encontrado, la selló con su sello y
dispuso que la arrojasen al mar.
Dentro de mi estrecha prisión, prometí durante el
primer siglo, hacer inmortal al hombre que me liberase. Pero nadie
me liberó. Durante el segundo
siglo pense en hacer dueño de los mas
ricos tesoros a quien llegase en mi
auxilio. Y nadie llegó. En el tercer
siglo prometí que el que me libertase tendría mi poder, mi fuerza y mi
sabiduría, pero también fue en vano.
Entonces, dando libre salida
a mi cólera, jure que mataría
al hombre que me
devolviese la libertad. Ese hombre eres tú,
y nadie te librara de mi venganza".
- Pero si me matas oh genio!- repuso el
pescador- cometerás una injusticia que
Ala no te perdonara nunca, ya que
pagas con un crimen el bien que te hice poniéndote en
libertad. Piensa, además, que soy casado
y tengo tres hijos que aún no pueden valerse
por sí mismos...
Nada
parecía ablandar al gigante, cuyo rostro inmenso iba cada vez tornándose
mas feroz. Comprendió el pescador que
su suerte dependía de
su ingenio, y,
como no era
torpe, ideó una estratagema a la que se agarró como a un
naufrago a la tabla que ve pasar a su
lado sobre el lomo de una ola.
- Estas
realmente decidido a
darme muerte?- preguntó
el pescador.
- Claro que sí- respondió el monstruo.
- Pues bien,
antes de que cometas esa injusticia, desearía que me sacases de una duda
que tengo.
- Habla pronto, que estamos perdiendo mucho
tiempo.
- Tú
dices que estabas dentro de esa
copa, pero eso no es cierto. Cómo podrías caber en ella, si apenas entra una de mis
mano? Sólo viéndolo podría creerlo.
- Ah!
Eso quiere decir que desconfías de mí,
eh? Pues bien, luego
de esto habré de matarte con mas
gusto aún, pescador incrédulo y desconfiado.
El
genio empezó entonces a disolverse en humo,
hasta que solo quedó una especie
de espiral que entró en la copa y
desapareció totalmente. Dentro se sintió una voz que decía:
- Te convences ahora? Oh, pescador
desconfiado! La contestación del pescador fue poner rápidamente en la copa la
tapa que le había
quitado. El genio, al
verse encerrado nuevamente, gritó
y amenazó primero, suplicó
después; pero el pescador
no hizo caso de súplicas ni de
amenazas y tomando la copa
fingió que iba a arrojarla al agua. De este modo arrancó al genio
un renovado juramento que aquel hubo de cumplir luego
de recobrar su libertad.
4º El Principio de proporción.
"Las cosas están
bien cuando marchan
en conjunto, no aisladamente".
Esto quiere decir,
que si impulsados
por un objetivo, desacomodamos toda nuestra
vida, el logro del resultado buscado se vera sometido a numerosos
accidentes y aún, si efectivamente se consigue, tendrá amargas consecuencias. Si,
para obtener dinero o
prestigio, desacomodamos nuestra salud,
sacrificamos nuestra gente querida, nos despreocupamos de otros valores,
etc., es posible que
surjan tales accidentes, que no
logremos el resultado buscado.
En otros casos, puede ser que
lo obtengamos pero ya no habrá salud para disfrutarlo, ni seres queridos con quienes compartir, ni otros valores que
nos den sentido.
"Las cosas están bien cuando
marchan en conjunto" y esto es así, porque nuestra vida es un conjunto
que requiere equilibrio y desarrollo
adecuado, no parcial.
Si bien hay
cosas mas importantes que
otras, cada persona debería tener una verdadera escala de
valores para que lo
primario, lo secundario,
lo terciario, pudieran cumplirse proporcionalmente. Con la
fuerza que debe aplicarse
a cada cosa de acuerdo a
la importancia fijada, todas
marcharían en verdadero conjunto.
Ilustremos lo explicado con una leyenda en la que las acciones
desproporcionadas producen efectos desastrosos:
Cuatro
magos vivían en amistad. Tres de ellos
alcanzaron una gran instrucción
pero carecían de juicio. El otro
aborrecía la instrucción, pero su
razonamiento era excelente. Uno de los magos dijo:" De que vale el juicio
sin instrucción? Podrá saberse que es bueno y que es malo, pero no cómo hacer una cosa u otra".
Para
ilustrar lo dicho, el menor de ellos comentó:
"Mañana debemos estar en
Persépolis pero hay hasta allá una gran
distancia, de manera que en un día nuestros camellos
no podrán recorrerla, pero
con nuestra instrucción
podremos hacerlo".
Entonces, le pidieron
al juicioso que acercara uno de los camellos y así uno estiró sus piernas
hasta la altura de una casa del silencio,
el otro amplió sus lomos de manera que los cuatro cupieran en otras tantas jorobas y el restante mago
se preocupó de darle al animal, un cuello tan largo que pudiera divisar a la
distancia cualquier punto de interés.
A la mañana siguiente, montaron solo tres, porque
el mago juicioso dijo: "Mejor tres que cuatro cuando los
problemas se suman".
Y
los tres magos montaron riendo del temeroso. La carrera comenzó a gran
velocidad, pero al poco tiempo, no hubo
agua que pudiera colmar la
sed de
semejante animal. Para colmo las
fuertes areniscas daban en
la cabeza altísima
del enorme monstruo, de tal manera que en lugar de erguirla colocarla como serpiente que va
veloz tras su presa.
Así, debilitado el camello y desequilibrado por la
anormal postura de su cuello,
terminó cayendo como una torre a la que le fallan los cimientos.
Triste fue el regreso de los magos,
pero afortunadamente, el juicioso
los esperaba para reconfortarlos.
Sea
como fuere, no llegaron a tiempo al lugar propuesto
y perdieron sus negocios.
Otro
día, los cuatro encontraron un animal
muerto y queriendo probar al
juicioso, el valor de la
instrucción, dijeron: "Ea,
hagamos algo por este pobre león muerto. Pero ahora pongámonos los tres de
acuerdo a fin de que todas las partes coincidan bien y en un conjunto
razonable, porque aquel asunto
del camello fue habilidad de cada uno, pero no de los
tres".
El
primero, entonces dijo:
- Yo se como unir el esqueleto.
El
segundo dijo:
- Yo
puedo suministrar piel, carne y sangre.
El
tercero dijo:
- Yo puedo darle vida.
De este modo,
el primero juntó el esqueleto,
el segundo proporcionó piel, carne y sangre. Y mientras el tercero
intentaba darle vida, el mago de juicio aconsejó contra esto, observando:
- Este
es un león. Si tu le das
vida, matara a cada
uno de nosotros.
- Simplón! - dijo el otro -, yo seré el que
reduzca tu buen juicio a nada.
- En este caso - fue la contestación - espera
un momento, mientras yo me trepo a este
árbol conveniente.
Cuando hubo hecho esto, aquel dio vida al león, y este se levantó
y mató a los tres y luego que el león se hubo retirado, el mago juicioso bajó del árbol y
se fue a su casa.
5º El Principio de conformidad.
"Si para ti están bien el
día y la noche, el verano y el
invierno, has superado las contradicciones".
Este Principio destaca en forma
figurada la oposición de las
situaciones. Sin embargo, tal oposición podrá ser conciliada si se
modifica el punto de vista con respecto al problema.
El
excesivo calor del verano, hace
pensar compensatoriamente en el frío del
invierno y a la inversa. Toda
situación difícil hace evocar o imaginar a su antagónica, pero una vez
en ella, vuelve la
disconformidad. Entonces, la compensación nos lleva a su punto
opuesto. Allí donde
aparezca el sufrimiento,
la compensación se pondrá en marcha, pero no por ello el sufrimiento
mismo será vencido.
Es
muy distinto el punto de vista y el comportamiento frente a las dificultades,
por parte de quien esta
orientado por un sentido
de vida definido. Si alguien cree
que su vida tiene un sentido y que
todo lo que le sucede sirve a su aprendizaje
y perfeccionamiento en esa
dirección, los problemas
que le aparezcan no tenderán a ser eludidos compensatoriamente, sino que los asumirá descubriendo también en
ellos alguna utilidad. El frío del invierno será aprovechable y también el
calor del verano y cuando cada uno se presente, esa persona dirá: "En
que se oponen las estaciones, si
ambas me sirven"?
He
aquí una historia que revela esa postura a la perfección:
Hubo un varón llamado Job, recto y temeroso de
Jehová; su prole y su
riqueza eran grandes y en todo estaba
sujeto a la voluntad de dios.
Un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante
de Jehová, entre los cuales vino
también Satán, el maligno. Y dijo Jehová a Satán: "De donde
vienes?". y respondiendo Satán,
dijo: "De rodear la
tierra y de andar por ella". Y
Jehová dijo a Satán: "No has considerado a Job, que no hay otro tan justo en la tierra?. A lo
que replicó Satán: " Al trabajo de sus manos has dado bendición y su hacienda y sus hijos han
crecido. Mas, extiende ahora tu
mano, y toca a todo lo que tiene y veras si
no te blasfema en tu
rostro". Jehová permitió entonces,
que pusiera el maligno su
mano sobre toda posesión de Job,
mas no sobre
su persona.
Entonces, los hijos
de Job fueron
muertos por unos salteadores; el fuego consumió a sus ovejas; los caldeos
sus camellos, y un gran viento derrumbó su casa.
Sabedor de todo aquello, Job hizo duelo y cayendo en tierra dijo:" Desnudo salí
del vientre de mi madre y desnudo
tornare allá. Jehová me dio y Jehová me quitó, bendita sea su
voluntad".
Entonces, Satán pidió permiso a Dios para tocar a Job y Jehová se lo dio
a condición de que no tomara su vida.
Hirió a Job
una sarna desde la planta de su
pie hasta la mollera
de su cabeza. Y tomaba una teja para rascarse con
ella, sentado en medio de ceniza.
Así, durante años la aflicción y
la enfermedad cayeron sobre la cabeza de
Job, y su mujer desde la distancia le
gritaba:" Aún retienes tu simplicidad?
Bendice a Dios y muérete!" A lo que Job respondía:
"Recibimos el bien de dios,
porque no habremos
de recibir su mal? Santo es Su nombre y Su voluntad".
También sus amigos y conocidos se apartaron y fueron numerosos los que
habiendo sido reconfortados por el en
su momento, le dijeron:
"Males y bienes se reparten en la vida pero quien sino un
pecador y un hipócrita puede recibir tanto mal.
Porque hay malos que gozan beneficios y hay buenos del mismo
modo. También malos y buenos reciben la ira de Dios en sus cabezas, pero
no hay quienes sufran del cielo tanto mal,
a cambio de alabanza, o es Jehová
injusto?. A esto respondió
Job:" No soy yo quien pueda juzgar los designios de Jehová. El me
dio, el me quitó,
bendita sea su voluntad".
Entonces Jehová atendió a Job y aumento al doble todas
las cosas que de el habían sido.
Y vinieron a el todos sus hermanos y todas sus
hermanas y todos los que antes le habían conocido y comieron
con el pan en su casa y condoliéronse de el y consolaron de
todo el mal que sobre el
había Jehová traído; y cada uno de
ellos le dio una pieza de moneda, y un zarcillo de oro.
Y bendijo Jehová la postrimería
de Job mas que su principio; porque tuvo
catorce mil ovejas, y seis mil camellos
y mil yuntas de bueyes y mil asnas.
Y
tuvo siete hijos y tres hijas.
Y no
se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra.
Y
después de esto vivió Job ciento cuarenta años,
y vio a sus hijos y a las hijas de sus hijos, hasta la cuarta
generación. Y Job, dijo entonces:
"Jehová me quitó, Jehová me dio, bendita sea su voluntad".
6º El Principio del placer.
"Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento.
Pero, en tanto no perjudiques tu salud,
goza sin inhibición cuando la
oportunidad se presente".
Este
Principio puede resultar chocante en una primera lectura, porque se piensa que
se esta diciendo: "Goza aunque perjudiques a otros, ya que el único freno es tu salud
personal". Pues bien, eso no se esta diciendo. En realidad se
explica que es absurdo el deterioro de
la salud por el ejercicio de placeres exagerados o directamente nocivos.
Pero además, se destaca que la negación prejuiciosa del placer produce
sufrimiento; o que el ejercicio del placer con problemas de
conciencia, también es perjudicial. En fin, la idea principal es aquella de no perseguir
el placer, sino de
ejercitarlo sencillamente cuando se
presenta, ya que buscar
cuando no esta presente el objeto
placentero o negarlo cuando aparece, siempre son hechos
acompañados de sufrimiento.
A
este principio (como a todos los otros),
no hay que sacarlo del conjunto o interpretarlo de manera que se oponga
a otros. De este modo,
hay otro Principio que dice:
"Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas". Por consiguiente, el
sentido cambia cuando se ejercita el conjunto, no un Principio aislado.
En la siguiente leyenda se
describen posturas equivocadas y justas frente al objeto de placer:
El maestro regaló a la asamblea
de sus discípulos un pastel mágico, del que se podía comer tanto cuanto se
deseara, sin que por ello menguara en
sus dimensiones. La condición era comer
una sola vez al día.
Ese presente dio el maestro, al emprender un largo viaje y
para evitar problemas menores a la comunidad de monjes.
Un
primer discípulo probó el pastel y quedó maravillado por el sabor exquisito. Pero a poco de saciarse, comenzó a imaginar la ración
del día siguiente. Así, de día en día
su obsesión fue creciendo. Tan intolerable
se hizo aquello que
decidió poner termino a la
situación comiendo una porción tal
que su deseo quedara
satisfecho hasta la ración siguiente. Pero todo
terminó con una indigestión tan tremenda que lo llevó al borde
de la muerte.
En
recuerdo de aquello, se colocó en el
frente del monasterio una placa con la
siguiente inscripción: "Sufre el que busca y el que desea conservar".
Un segundo discípulo tomando en
cuenta lo sucedido no quiso probar
al principio del pastel, no obstante su gran
deseo. Se había dicho que el placer llevaba al dolor y que, por tanto,
para no sufrir no había tampoco que
gozar. Una cosa llevaba a la otra
según probaba la
experiencia. Pero sucedió no
obstante que diariamente el asceta imaginaba montañas de pasteles sin
poder probar un solo bocado. A veces,
al dormir, enormes
pasteles poblaban sus sueños y despertaba sobresaltado como alguien que
es mordido por una de las grandes
hormigas solitarias. En fin, que para
evitar mayores sufrimientos, un día probó
un trozo del maravilloso alimento,
logrando con esto
traicionar sus convicciones y
además, aumentar la obsesión.
En el frente del monasterio se fijó una segunda
placa que decía: "El pecado
no esta en el pastel ni en la barriga,
sino en lo que se sueña y piensa
por arriba". Finalmente, un tercer
discípulo se preguntó por las tareas que había
encomendado el maestro antes de la partida. Vio
que el monasterio y la chacra y
los animales habían quedado descuidados, que
las diversas opiniones en torno al asunto del pastel habían dividido a la comunidad. Y entonces, empezó a hacerse cargo
de todo antes del regreso del maestro. Mientras ponía orden en uno de
los recintos, encontró
el motivo del escándalo. Se detuvo un momento,
cortó un buen trozo y lo saboreó
lentamente. Luego, se olvidó del
asunto tan atareado como estaba con el
trabajo del monasterio.
Al
regresar el maestro, se encontró con los dos carteles en la entrada de
la casona y
pidió que se
le explicara todo aquello. Esto motivó que el maestro se
deshiciera del pastel. Luego dijo: "Se ha cometido una gran injusticia.
Poned una tercera placa que proclame: El exceso de un tonto fuerte y el
ascetismo de un docto débil, llevan al mismo resultado.
Para el santo es el trozo, que tanto problema deja al codicioso".
7º El Principio de la acción inmediata.
"Si persigues un fin te encadenas.
Si todo lo que haces lo realizas
como si fuera un fin en sí mismo, te liberas".
Enseña a obtener beneficio de
toda situación intermedia que nos lleva al logro de un objetivo. No dice que no deban existir fines, ya que la planificación de
cualquier actividad se realiza en base a fines.
Se esta explicando que dado un fin
cualquiera, todos los pasos que llevan a el, deben considerarse del modo mas positivo
posible. De otro modo, cualquier actividad anterior al logro del fin produce sufrimiento y por lo
tanto, si es que el fin se logra, pierde sentido por el costo
vital que representa el sufrimiento invertido en los pasos.
La siguiente leyenda describe los
problemas que se presentan cuando no
se tiene en
cuenta lo inmediato
por considerar solamente
objetivos alejados de la situación que se vive.
Una
Lechera llevaba sobre su cabeza un jarrón grande de leche. Lo llevaba a vender
al mercado del pueblo. "Aquí llevo un jarrón lleno de leche - se dijo
-. Si viene una carestía
obtendré por el cien rupias. Con
esa suma podré tener dos chivas. Cada seis meses tendrán dos chivas mas. Después
de las chivas, vacas; cuando las vacas tengan cría, venderé
los terneros. Después comprare
búfalos; después yeguas. Las yeguas me darán
abundantes caballos. La
venta de estos,
significa abundancia en oro. El oro comprara una gran casa con un
patio interior. Entonces, vendrá
alguien a mi casa quien se presentara con una dote adecuada a mi posición y nos
desposaremos. Tendremos un hijo al que llamaremos Señor Luna.
Cuando tenga edad, vendrá corriendo hacia mí y se
acercara demasiado a los caballos.
Entonces me enojare y llamare al padre para que saque a los caballos, pero como el andará en sus cosas, no lo hará.
Entonces yo me acercare a ellos y los sacare a puntapiés.
La lechera dio un mal paso en el camino al chocar su pie contra una piedra que no vio, tan preocupada como estaba con su
ensueño el jarrón cayó
de su cabeza estrellándose contra
el suelo y esparciendo todo su contenido.
8º El Principio de la acción comprendida.
"Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última
raíz, no cuando quieras resolverlos."
Invita a evitar
la improvisación movida
por impulsos irracionales. No
dice que no haya que
hacer algo, dado
un problema, sino que
simultáneamente al hacer, debe
comprenderse. Casi todas las personas,
frente a un conflicto y movidas por
su ansiedad, se lanzan a
solucionarlo sin comprenderlo en su
raíz. De esa manera, se complica aún mas el problema y este
motiva a otro, en una cadena inagotable.
Examinemos un ejemplo a modo de
leyenda:
Un
joven pastor, a causa de su manta, pasaba mal las noches de frío. No porque
aquella estuviera mal tejida o fuera de pobre calidad. El pastor
solía hablarse de este modo:
"Desde pequeño esta manta
me protegió de vientos, heladas y
nieves, pero ahora el frío pasa a través de ella. Sin duda que
con el uso se ha rasgado aquí y
allá. Si me ha servido cuando niño debe
servir también ahora; basta hacer
algunos remiendos adecuados".Así,
puso manos a la obra y la dejó nuevamente en
buenas condiciones.
Al
llegar la noche, notó que sus pies
quedaban descubiertos y a punto de congelarse. Entonces tomó la frazada y la
corrió hacia abajo dejando al descubierto buena parte de su pecho, porque
la manta era demasiado corta.
De
ese modo pasó la noche: cubriendo abajo
descubría arriba y a la inversa.
A la
noche siguiente, reflexionó de este
modo: "Si esta manta me
acompaño en la niñez y entonces
sirvió bien de protección, también ahora deberá servir, porque esta como nueva luego
del arreglo. Tendré que
encogerme bien al dormir, ya que
según parece he crecido demasiado.
Y el otro amanecer encontró al joven insomne y
con todo
el cuerpo dolorido, tal había sido su molesto encogimiento. Entonces
decidió: "Ni la manta creció en todo este
tiempo, ni yo puedo achicarme
para que sigamos juntos".
9º El Principio de libertad.
"Cuando perjudicas a los demás,
quedas encadenado. Pero, si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto
quieras con libertad".
De
comienzo explica que crear problemas a los demás, tiene por consecuencia que
los otros se lo creen a uno. Además, dice que no hay motivo
para dejar de hacer lo que se
quiere si nadie
se perjudica con tal acción.
He
aquí algunas enseñanzas sobre la justa libertad de acción.
Jesús dijo: "No juzguéis, para que no seáis también juzgados.
Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida
que medís, con ella os volverán a medir.
Y
con ello demostraba que el mal hecho al prójimo, es también mal para el que lo hizo.
Y
aconteció que estando Jesús a la mesa,
muchos publicanos y pecadores se
sentaban también a su lado porque había muchos y le seguían.
Y sus enemigos, viéndole comer con publicanos y
pecadores, dijeron a sus discípulos: "Que es esto, que vuestro
maestro come y bebe con publicanos y pecadores?.
Y oyéndolo Jesús, les dice: "Los sanos no tienen
necesidad de medico sino los que tienen
mal".
Y aconteció que pasando el por
los sembrados en sábado, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas. Entonces sus enemigos le dijeron: "Por
que hacen en sábado lo que no es lícito?"
Y el
les dijo: "El sábado por causa del hombre es hecho, no el hombre por causa del sábado".
Y
muchas cosas explicaba diciendo:
"Andad pero antes aprended que cosa quiere decir: misericordia
quiero y no sacrificio".
10º El Principio de solidaridad.
"Cuando tratas a los demás
como quieres que te traten, te liberas".
Este
Principio es de grandes consecuencias porque lleva a una apertura,
a una comunicación
positiva con los
otros seres humanos.
Sabemos que el encerramiento en
uno mismo, genera problemas mas
o menos graves.
El llamado "egoísmo" puede
reducirse precisamente a un
problema de encerramiento
y falta de comunicación. El
Principio otorga importancia al
hecho de
ir positivamente hacia los otros y complementa al Principio anterior
que recomienda: "No perjudiques a otros", pero
la diferencia entre ambos, es
grande.
La enseñanza sobre
la acción solidaria es una de las
mas antiguas de la humanidad. Veamos el siguiente caso.
Un discípulo preguntó a Confucio: "
Cuál es el hombre bueno?"
El
maestro respondió: "Puedes llamar
hombre bueno al que ves por sus
acciones buenas. Si un gobernante
se desvive por su
pueblo y sólo hace por el, puedes
llamarlo bueno. Pero mas que bueno es santo aquel que se fortalece
primero en el conocimiento y luego
lo da a otros. Aquel que hace
con otros aquello que quisiera
que hicieran con el. Por
ello, sin ser
gobernante cualquier súbdito puede ser santo en su medida y esto no depende de su rango ni de sus
posesiones".
11º El Principio de negación de los opuestos.
"No importa en
que bando te
hayan puesto los acontecimientos; lo que importa es que comprendas que tú
no has elegido ningún bando".
Aquí
no se explica que haya que abandonar todo bando. Aquí se sugiere considerar
la posición en que uno se encuentra,
como resultado de factores ajenos a la
propia elección; factores educacionales, de ambiente,
etc. Tal actitud hace retroceder el fanatismo, al
tiempo que permite comprender los
bandos y
las posiciones que asumen otras personas. Evidentemente, esta forma de considerar el problema de los
bandos contribuye a la libertad de la
mente y tiende un puente fraterno, hacia las demás personas aún cuanto estas no
coincidan con mis ideas, o aparentemente se opongan a mis ideas.
Este
Principio, al tiempo que reconoce la falta de libertad en las situaciones que
uno no ha construido, afirma la
libertad de negar las oposiciones si son
parte de las mismas situaciones. En
otras palabras: yo no
he decidido ser alto o bajo,
gordo o delgado y si esa
condición esta acompañada de oposiciones a otros que tampoco eligieron su bando, tengo libertad para negar
esa oposición. Yo no invente a los altos, a los bajos, a los gordos o a
los delgados, por tanto niego toda oposición responsable.
Veamos sobre esto, una antigua enseñanza:
Los enemigos de Jesús
decidieron ponerlo en
dificultades presentándole dos posibilidades, de tal modo que eligiendo una, quedara en mala posición frente a la
otra.
Se acercaron a el y dijeron: " Maestro, sabemos
que eres amador de la verdad, y
que enseñas con verdad el camino de Dios y que
no te inclinas por nadie, ya que no
tienes acepción de persona
de hombres. Dinos pues que te
parece? Es lícito
dar tributo a Cesar o el tributo debe ser para el culto
religioso?". Mas Jesús, entendida
la malicia de ellos, les dijo: "Porque me tentáis, hipócritas? Mostradme
la moneda del tributo".
Y
ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo:" De quien es esta
figura?"
Díjole: "De Cesar".
Y
díjoles:" Pagad pues a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios".
Oyendo esto, sus enemigos se confundieron y
dejándole, se fueron.
12º El Principio de acumulación de las acciones.
"Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti. Si repites tus actos de unidad interna, ya
nada podrá detenerte".
Aquí se quiere
decir que todo acto que se
realiza queda grabado en la
memoria y desde allí influye en las otras vías. Por tanto, la
repetición de actos que dan unidad interna
o que generan contradicción, van
formando una conducta que condiciona a las acciones posteriores en alguno de
los dos sentidos. Repetir los actos de unidad interna, significa ejercitar los Principios en la vida diaria. También se da a
entender que no se trata de la repetición
de un acto (o de un Principio aislado),
sino de un conjunto de actos de unidad interna.
Sin duda que
al ejercitar todos
los Principios, nos encontramos con
una disciplina integral,
capaz de ir transformando nuestra condición sufriente en una nueva
forma de vida de
creciente unidad interna y,
por tanto, de
creciente felicidad.
A
veces, sumando actos
contradictorios, se construye la vida de
una persona o de un conjunto humano. También sucede que pueden aparecer muchos
resultados exitosos durante un tiempo, pero antes o después se producirá la catástrofe porque la
base de toda esa vida es falsa. Mucha gente ve solamente las anécdotas exitosas, pero no
alcanza a comprender el proceso de esa
vida y, sobre todo, su absurdo final.
Desarrollemos una leyenda que nos ilustre sobre la acumulación de actos
contradictorios:
Un príncipe orgulloso decidió
construir una enorme torre que
llegara a lo alto de los cielos. Para
ello reunió a un tercio de sus hombres y
les encomendó el trabajo.
A excepción de los sabios, la población se había corrompido como su príncipe. Era aquel reino
rapaz de sus vecinos y vanidoso de las
riquezas.
Pasaron los años y la construcción fue subiendo
hasta las nubes. Pero a medida
que se elevaba, los problemas crecían.
Las fuerzas del reino cada vez mas, debían adquirir nuevos recursos y
animales y esclavos.
Entonces, el tercio inicial seguía trabajando en la
torre, pero luego hubo que sumar otro tercio a la guerra y un tercio aún
al transporte, equipo, administración y artesanía. Continuaron pasando los años y todo se seguía agregando. Como el esfuerzo se suma al esfuerzo, las piedras se sumaron a
las piedras.
Y la torre
seguía llevándose hacia las
alturas toda la riqueza,
todo el poder, todo el
sufrimiento. Era como cuando los mares evaporan sus aguas y estas suben, pero
la tierra aumenta en su tristeza porque
el agua no vuelve a ella; porque no llueve, porque hay sequía.
Entonces, los sabios explicaron
al príncipe las consecuencias que
debían sobrevenir del
monstruoso proyecto, pero
fueron silenciados...
Así, al crecer
la torre, creció también la
soberbia del soberano y de los
súbditos, hasta que estos dijeron:
"Esta torre que servirá
para respeto y sumisión de
todas las naciones, requiere que
sus constructores estén a
la altura de
tanto mérito. Por lo tanto
las órdenes de los
ingenieros, de los arquitectos, de los maestros talladores y de los que
dirigen el izado, deben ser dadas según jerarquías y desde la
altura de la torre que corresponda a su
dignidad".
Ocurrió entonces que todos
quisieron dirigir desde el último tramo
de la rampa, pero tan lejos estaban de
la tierra que, al gritar
a los de abajo, estos entendían mal. Para
peores, las órdenes de unos se
oponían a las órdenes de otros.
Así fue como unos subían argamasa adonde debían llegar
las palancas y otros reparaban herramientas sin que hubiera quien las
llevara.
Por fin, la
construcción empezó a hacerse irregular;
las cuerdas se cortaban en las
salientes y caían poleas y cestos. En
algunos lugares sobró liga y en otros faltó y ya al final
del caos, la torre
fue suma de error sobre
error, inclinándose
peligrosamente.
Tal
fue la locura de los constructores que, al seguir cargando de ese modo la
obra, esta falló en sus cimientos y
se derrumbó, arrastrando con ella a sus
directores desde lo alto de los cielos a lo mas bajo de la tierra.
Entonces, los sabios se reunieron
y dijeron:" Aprovechemos el material
para algo útil. Dispongamos todo para que vuelva
algún beneficio a nuestro pueblo".
Y así sucedió que las aguas fueron apresadas y
llevadas a lejanos lugares
de cultivo, las
viviendas de la
población afirmadas, y las murallas extendidas para la defensa y no para
el ataque.
Todo se sumó para beneficio del pueblo y el pueblo
trabajó viviendo en paz consigo mismo y en amistad con sus vecinos.
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