martes, 17 de noviembre de 2015

ME DECLARO EN PAZ


¡No a la guerra de cualquier bando!


¡No a la violencia de cualquier tipo!

No somos enemigos de ningún pueblo ni de ninguna cultura.

Manifestamos que las personas están por encima de creencias, dinero o cualquier otro valor.


Afirmamos el derecho a una vida digna y a la libertad de cualquier ser humano.


Apoyamos la cooperación y la ayuda entre los pueblos.


¡NO A LA VENGANZA!
¡SÍ A LA RECONCILIACIÓN!


No creemos en los “defensores del bien” que se dedican a vender armas, ocupar territorios, generar guerras y bombardear poblaciones enteras cuando se oponen a sus intereses.


No creemos y no apoyamos a quienes dejan a sus poblaciones, día a día, en situación precaria con sus políticas de austeridad.


No nos creemos el miedo que quieren imponernos a través de sus medios de comunicación cómplices.


¡No al terrorismo, venga de donde venga!

¡LOS VIOLENTOS DE CUALQUIER BANDO NO NOS REPRESENTAN. NO COLABORAMOS CON ELLOS!
¡LA NO-VIOLENCIA ES POSIBLE!

Llamamos a las poblaciones a que se manifiesten en contra de la guerra, venga del bando que venga, y de la violencia, sea del tipo que sea.
¡Ninguna guerra en mi nombre!
¡Ninguna violencia en mi nombre!
¡Me declaro en paz!

La violencia es el problema, no la solución

El ataque terrorista que tuvo lugar el 13 de noviembre en París, es otro acto de violencia contra la población civil, otro acto de violencia contra toda la Humanidad. Muestra claramente que cualquier persona y en cualquier lugar del mundo, puede ser víctima de la violencia brutal, alimentada por el odio, la intolerancia, la discriminación, el fanatismo y la venganza.

Esta nueva masacre no puede verse de manera aislada, pues tiene relación con otras de similar factura llevadas a cabo años atrás en Nueva York, Londres, Madrid, entre otros, ni tampoco puede decirse que todas ellas no tienen ninguna relación con las invasiones y guerras en Irak, Afganistán, Libia, Siria… donde los muertos y afectados se han ido contando por centenas de miles. Hoy se está demostrando que las respuestas a esas guerras, provocadas principalmente por países occidentales, no pueden ser ya controladas en las mismas zonas de conflicto; sino que la globalización hace que las respuestas pueden surgir en cualquier punto del planeta. Ya no hay “lugar seguro” frente a esa escalada de violencia.

Denunciamos de forma contundente la hipócrita actuación de los que alimentan la cultura de la guerra y la violencia. Esos mismos que por un lado venden armas e invaden países, y por otro invitan a apoyar a las víctimas de los actos terroristas que ellos mismos financian, aunque sea de forma indirecta. Esos que prestan más atención a las víctimas de su mundo, y se olvidan de las que provocan en tierras lejanas…