Hay
suficientes indicadores para interpretar que se ha entrado en un nuevo momento
en la esfera internacional. Lo que comenzó en Túnez y Egipto con la “primavera
árabe” se ha ido extendiendo por numerosos países de diferentes
continentes: desde los Indignados de España y Grecia hasta Chile, donde
los estudiantes piden una educación gratuita y de buen nivel con
manifestaciones multitudinarias y no-violentas. La onda no cesa, todo lo
contrario, aumenta día a día. Los pueblos están despertando y canalizando sus
protestas con novedosos movimientos y nuevas formas de lucha que cobran fuerzas
renovadas. Esto puede que no pare hasta recorrer y conmocionar las conciencias
de todo el planeta.
Estas
movilizaciones marcan un antes y un después. En general parten del motor de la
“indignación” contra injusticias, corrupciones, falta de democracia y
pérdidas de logros sociales, y toman caminos novedosos, realizándose de forma
pacífica y apoyándose en la metodología de la no-violencia. Esta correntada con
estas dimensiones sucede por primera vez, trasladándose de manera espontanea,
sin líderes, sin adoctrinamientos, con horizontalidad, de una forma totalmente
nueva. Todo esto marca un punto de inflexión con anteriores revoluciones violentas.
El modelo del “guerrillero” pasó a la historia. Ahora se habla de “Revolución
no-violenta”.
Este
proceder descoloca a los poderes que están preparados para luchar contra la
violencia. El sistema violento necesita la violencia para perpetuarse. Además
cuando estos movimientos actúan de forma pacífica consiguen un amplio apoyo
popular, con lo que su fuerza crece de forma imparable. El testimonio de un
activista en claro “No nos pueden parar. Nos da lo mismo lo que haga la
policía. Si vienen y nos desalojan, nosotros no nos oponemos violentamente. Nos
disolvemos, pero mañana volveremos a manifestarnos otra vez y seremos aun más.
Cada día viene más gente. Así una y mil veces.”
El nuevo
momento también ha dejado en claro que los llamados “mercados” son los que van
marchado la pauta en la política de los gobiernos y no al revés. Podemos hablar
claramente de una dictadura que somete incluso a los países mas “avanzados”
y les marca las agendas de trabajo. Esto tiene efectos devastadores con
recortes y privatizaciones inimaginables. Todo para dar de comer a los
especuladores de la dictadura del dinero.
Los mercados
han declarado la guerra
En este
momento “los mercados” han declarado la guerra a los pueblos, sometiendo
a gobiernos, obligándoles a romper acuerdos, eliminar logros sociales, avances
educativos y de salud, reducir logros en jubilaciones, estabilidad en empleos,
etc. etc. No tiene límite su voracidad que lleva a un camino sin salida, hacia
un abismo en una crisis que ellos mismos produjeron.
A los ciudadanos,
a los pueblos, se les ha estafado. Se les ha hecho creer que hay una gran
crisis con la que se pretende justificar todo. Pero no se explica quien generó
esa crisis, quienes se endeudaron de manera irresponsable, quienes hicieron
políticas erróneas, quienes propusieron salidas ficticias hasta que ya no
pudieron sostener esa burbuja financiera que ellos mismos crearon. No es una
crisis para todos. Aquí ha habido engaño, ha habido manipulación, ha habido
distorsión, pues los que fueron los creadores de la crisis, los bancos, son los
que siguen ganando y salen beneficiados por ella.
Hay claros
indicadores de perversión en la acción política. Esta ya instalado en la
conciencia social que los beneficios corresponden a la empresa privada y si hay
pérdidas, éstas se cubren con dinero público. Si hay una empresa pública que va
bien, se privatiza. Si hay una empresa privada importante que va mal, se la
socorre con fondos públicos. La corrupción campea por todos los países como
epidemia contra la que claman todos los pueblos.
Los pueblos
comienzan a tenerse en cuenta
Las
recientes transformaciones producidas en países, en muy poco espacio de tiempo,
muestran una vez más la verdadera fuerza que los pueblos tienen y su gran
capacidad transformadora, si esta se conduce utilizando la no-violencia y la
vía pacífica. Si por el contrario es la violencia la que impera, todo acaba en
una guerra donde además de las pérdidas humanas y el retroceso de la sociedad,
los problemas se multiplican de manera exponencial sin finalmente resolverlos,
todo lo contrario agravándolos aún más, como en los recientes casos de Irak,
Afganistán y más reciente de Libia.
Pensamos que
esas nuevas fuerzas que se están despertando tendrán en la no-violencia la
herramienta verdaderamente rEvolucionaria que les abrirá el futuro, si se
direcciona en crear verdaderas sociedades democráticas, en mejorar las
condiciones de vida y conseguir logros sociales para que cada ser humano tenga
una vida digna.
Una
generación que despierta
En todas
estas manifestaciones, si bien cuentan con amplio y total apoyo popular de casi
todos los sectores de la población, tenemos que destacar que los principales
protagonistas están siendo los jóvenes. O quizás se pueda ir más allá afirmando
que por primera vez en la historia, estemos ante el hecho de que una generación
se sintonice, se conecte, tome conciencia de su poder, despierte y se proyecte
revolucionariamente a nivel mundial. ¿Es posible que estemos asistiendo al
despertar de una generación con conciencia mundial? La primera generación
no-violenta que toma conciencia de sí misma en la historia humana.
La
no-violencia es lo que abre el futuro
Allí donde
se desarrolle y profundice la metodología de la no-violencia, adaptándola al
país o sociedad, según su momento histórico, combinando el mundo virtual de las
redes sociales e internet con la experiencia de la acción en los barrios, la
acción local y el contacto existencial entre la gente, recuperando el contacto
a nivel humano, donde el “yo” se combine con el “nosotros”, donde
se den estos componentes, los movimientos avanzaran.
En ese
proceso surgirá abrirse a otros países y culturas, conectándose con la
mundialización, con la rEvolución global. Podrá llegar a ser imparable como
fuerza de la naturaleza. ¿Cuán rápido será ese proceso? Esto es difícil de
pronosticar. Pero lo seguro es que se va en esa dirección.
En este
contexto Mundo sin Guerras y sin Violencia cree conveniente atender a:
1. Que la
guerra de los “mercados” contra los pueblos y contra el ciudadano es un
nuevo escenario que hay que tipificar, definir y combatir pues no estaba
identificado en el panorama sociopolítico anterior. Hoy el gran problema a
nivel mundial está en la voracidad de los mercados especulativos. De ahí parten
hambrunas, epidemias, empobrecimiento generalizado, deterioro de salud y
educación, discriminaciones, dictaduras, corrupciones, fracturas y exclusión
social, y por supuesto conflictos, guerras, incremento de armamentismo, etc.
etc. Ese es el camino de deshumanización general a nivel internacional.
2. El soplo
de aire fresco que vemos en los nuevos movimientos. En ellos está el germen de
un nuevo mundo al que aspiramos. Expresamos nuestro apoyo a toda dirección
no-violenta que se emprenda dentro de ellos. Esto no es declamativo pues nos consta
que en todos los países donde está presente MSG nuestros activistas están
participando en el desarrollo de esos movimientos o ayudando a que se formen.
Estas revoluciones no-violentas pues nos abren el futuro a toda la humanidad.
Nos acercan hacia la nación humana universal.
3. Empujar
con todas sus fuerzas para que en estos movimientos no se abandonen la
dirección de la no-violencia. No hay que ser ingenuos, pues todo el sistema se
va a poner en contra. Van a tratar de manipular, infiltrar, deformar,
corromper, desviar, influir, desprestigiar, perseguir e incluso pueden llegar a
anular a seguidores. Sus métodos violentos son amplios. Por ellos tenemos que
entrenarnos y avanzar en la lucha de la no-violencia organizada.
4. En lo
cercano, hay una hoja de ruta que esta poniéndose en marcha por primera vez a
nivel internacional. El 15 de octubre próximo hay una convocatoria
internacional de acción unitaria convocando a los movimientos en todos los
países.
MUNDO SIN
GUERRAS y SIN VIOLENCIA. Equipo de Coordinación Mundial. Rafael de la Rubia
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